Sobre la causa final
Más sobre la causalidad, la finalidad y la llamada causa final
Cuando era pequeño, utilizaba las paredes con gotelé de mi casa para rascarme la espalda. Era un niño con la piel muy seca y necesitaba rascarme a menudo. Ahora el gotelé me recuerda al entendimiento que tengo del espacio. El espacio se extiende, como el gotelé, por toda la pared. Asimismo, el espacio puede estar más o menos curvado localmente por la presencia o ausencia de materia y de energía, pero, como dice Laurence Krauss, cuando lo miramos en general, como el gotelé, es plano. Decir que el espacio, como se ha dicho en una miríada de ocasiones sobre el origen de la vida y otros asuntos, tiene una finalidad (y no le hemos impuesto nosotros la finalidad una vez se ha producido), es análogo a que yo, de pequeño, declarase que, indudablemente, la finalidad del gotelé era rascarme la espalda.
De esta misma manera ―y dando un enfoque más científico y a mayor escala―, podemos decir, por ejemplo, frases como "todo en esta vida pasa por algo" asumiendo que tiene una finalidad o que el universo misteriosamente actúa conscientemente en beneficio o perjuicio tuyo, es similar a afirmar que la historia evolutiva de la medusa Aequorea victoria tenía como finalidad que nuestras figuras científicas del cerebro humano se vieran más bonitas. Indudablemente, la producción de la proteína fluorescente verde, hace más bonitas y claras las figuras y es de gran ayuda en la investigación, pero afirmar que la evolución tiene una finalidad es un error de comprensión enorme, y aún mayor lo es decir que, porque le hayamos dado una finalidad a algo existente en el mundo, eso quiere decir que la finalidad sea algo inherente a la cosa o causa ―de algún tipo― de esa cosa.
Un último ejemplo científico podría ser la señalización celular. Decimos que es autocrina cuando la recibe la misma célula que la secreta, pero esto solo lo podemos decir una vez se ha producido la señalización. No lo es antes de secretarse. Al igual que el agua sabemos que es H20, pero que ahora forme parte de la definición no quiere decir que sea conocimiento a priori. Siguiendo con la señalización, en el desarrollo de nuestro cuerpo es el factor de crecimiento secretado por el tejido diana de la neurona que lo inerva el que señaliza a esa neurona motora que no inicie un programa de muerte celular y, por tanto, sobreviva. Es decir, esa neurona motora no tenía en sus albores un destino o una finalidad intrínseca, sino que en caso de llegar a un tejido, este determinará su finalidad, su función.
Darnos cuenta de esto es parte de la actitud científica de Lee McIntyre. En su libro "la actitud científica", describe esta actitud en palabras de Carl Sagan: "el corazón de la ciencia es un equilibrio esencial entre dos actitudes aparentemente contradictorias: una apertura a nuevas ideas, no importa cuán extrañas o contradictorias a la intuición, y el más despiadado escrutinio escéptico de todas las ideas, viejas y nuevas". Además de esto, expone otro rasgo clave de la actitud científica, a saber, que el científico debe tener en cuenta los sesgos humanos y poner todos los medios posibles para evitar que sean un inconveniente en la investigación. Esta característica de la metodología en el diseño experimental sirve de criterio demarcacionista para discernir entre lo que es ciencia y lo que no lo es. La actitud científica nos cuida de caer en el fallo humano de pensar que el universo conspira con o contra nosotros, además de aportarnos una buena interpretación de la evolución.
¿Y tú qué piensas? ¿Crees que la causa final es un concepto coherente? ¿Piensas que las frases como "todo pasa por algo" muestra un pensamiento mágico acerca del universo? ¿Es una actitud científica asumible a nuestro día a día?